Las Pudencianas es una propiedad de 40 hectáreas rodeada de viñedos, nogales y arroyos naturales. Es un espacio mágico, único por sus vistas, espacios e historia. 

Hace 25 años la familia Narro adquirió esta propiedad y durante más de dos décadas fue exclusivamente la casa de verano. Eduardo Narro (nacido en Parras Coahuila) propietario de Las Pudencianas, finalmente decidió realizar uno de sus más grandes sueños e iniciarse en el mundo del vino. Un mundo que hereda de sus ancestros y rescata de su niñez, entre barricas y viñedos.

Parras, Coahuila es un pueblo cargado de historia. Fue y ha sido el núcleo de la familia Madero.

Pudenciana Madero,  fue la segunda hija de Evaristo Madero Elizondo, patriarca de la familia Madero. Los propietarios de este lugar son descendientes de Pudenciana en 3ra, 4ta y 5ta generación.

Las Pudencianas es un reconocimiento a nuestras raíces, un agradecimiento a quien nos permitió ser parte de este gran pueblo de tierra fértil e historia en el aire, es un homenaje a Pudenciana Madero.

Historia

Las Pudencianas, era conocido en el pueblo como el Jardín Botánico de Parras ya que aloja un pequeño jardín botánico especializado en cactáceas. Esta propiedad perteneció a Gustavo Aguirre Benavides, un reconocido botánico oriundo de Parras apasionado y amante de las plantas. Aparte del jardín, Gustavo Aguirre Benavides tras el acto vandálico que acabó con el histórico árbol de la noche triste de la Ciudad de México, trajo a su entonces propiedad, un vástago del árbol el cual plantó a un lado de un arroyo natural. Esa rama es ahora un frondoso árbol que continua creciendo y está cargado de historia y energía.

La vinícola y la parte turística inició su más fuerte desarrollo en los últimos 5 años con la llagada de la más chica de sus hijas, Valeria y su esposo Javier a Parras, quienes se hicieron cargo de la vinícola, y a lo largo de estos años estuvieron al frente de la misma y diseñaron nuevos espacios de hotelería como la suite DE TIERRA.  En su llegada conocieron a Juan Francisco Mejías, un enólogo y amigo español que se sumó con toda la entrega al proyecto aportando su gran talento y conocimiento en el tema del vino y el viñedo.

Simultáneamente en CDMX Eduardo y sus otras dos hijas Mariana y Eugenia desarrollaron y fortalecieron la empresa con la sede de la capital,  llevando el producto estrella VINO CREACION a marcas reconocidas nacionales e internacionales.

 Las Pudencianas es una vinícola boutique y urbana donde los vinos se elaboran de pequeñas parcelas, con bajos rendimientos y donde los racimos se cuidan con gran dedicación y esmero. Están relacionadas con el enoturismo y ofrecen experiencias que combinan vino, gastronomía, arte y cultura en un ambiente relajado y bucólico.

 El viñedo es joven, con plantas que aún se están formando y no han entrado en plena producción. Consta de una superficie de unas 5 ha y 5 varietales de uva tinta (Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Syrah y tempranillo) y dos blancas (Chenin Blanc y Chardonnay).

 La bodega está ubicada en una pequeña y antiquísima edificación de adobe, donde de forma artesanal se elaboran y envejecen los vinos. Todos los procesos son artesanales cuidando la calidad lo más posible.

Este magnñifico edificio hospeda también al restaurante CLANDESTINO Parrilla de Campo, donde puedes disfrutar de alta cocina de campo, cortes y hortalizas de nuestro huerto. Simplicidad en los platillos con grandes sabores para maridar con toda la línea de vinos LAS PUDENCINAS.

 Elaboramos lotes muy pequeños de vinos. Cada vino está seleccionado cuidadosamente por nosotros y cada botella personalizada, con etiquetas numeradas e intervenidas a mano, haciendo que el vino como arte esté contenido en una botella que también sea arte. Arte dentro del arte.

 Hoy Las Pudencianas vive un momento de expansión gracias al trabajo e inversión de Eduardo Narro, y Las Pudencianas que así es como llama a sus tres hijas.

Estaremos encantados de recibirte